martes, 2 de noviembre de 2010

Carta a mi Madre


Holaaaa…!!!!

Que tal madre?? Espero que se encuentre de lo mejor cuando lea esto, siempre recordando que mis mejores deseos son que disfrute su vida en cada instante y no viva recordando cosas que ya no son y sintiéndose triste por esto o por lo otro.

Disculpe que no le escribí a mano, pero ya ve como buen chapín siempre dejé esto para último minuto y es más rápido a computadora. Ahorita vengo regresando de la universidad, hoy fue un día largo, sobre todo porque tenía que ir a trabajar y ya no fui, eso significa que mañana será un día muy atareado. Y pues, ahora me siento a escribir en mi computadora estas líneas especialmente dedicadas a usted. Créame que estas últimas semanas han sido de lo más tormentosas para mi, porque me cambié de trabajo y me he visto en situaciones muy difíciles hasta el punto de a veces no tener ni tiempo o dinero para comer y pues, siento que debería sentirme frustrado y triste porque he intentado hacer las cosas bien y me he sacrificado para lograr mi objetivo, sin embargo muchas cosas me han salido de la patada, muy malas y hasta pareciera que cometí un error al salirme de la oficina y dedicarme ahora a ventas. Le cuento esto por una razón, no para pedirle ayuda ni nada, al contrario, me gusta contarle mis luchas, tampoco para que se sienta mal por supuesto, sino más bien para que de alguna forma usted trate de copiar algunas de mis terquedades para usted misma. Le aseguro que noto muchas cosas solamente en su tono de voz y ha veces logro ver cierta infelicidad que tiene, talvez por un pasado raro o simplemente porque las cosas probablemente no le vayan tan bien como usted había pensado. En fin, sea lo que sea, le puedo hablar por mi cuenta. A mi me ha tocado luchar contra muchas cosas, incluso me tocó un día ver como todos mis compañeros de trabajo comían frente a mi mientras yo me moría de hambre por no haber desayunado y no tener dinero para pagar la cuenta en donde estábamos reunidos, me limité a decirles que no tenía hambre y que estaba bien. Sabe, me costó mucho entrar a este nuevo trabajo, siempre que quería hacer las cosas bien terminaba gastando más de lo que estaba ganando y pasaban cosas que al final de cuentas me frustraban. Estuve a punto de renunciar y mejor buscar una forma más fácil de vivir, quería dejar la universidad para que me alcanzara el dinero y pues llegué a sentir una gran insatisfacción conmigo mismo porque hasta enfermo estaba, sin tiempo de nada, trabajando todos los días sin descanso, y a eso hay que sumarle que todo mundo me decía que por qué habia dejado mi trabajo en la oficina, que me había equivocado, que estaba mal, que no sabía pensar, en fin, ninguna palabra alentadora sino más bien, frustrantes todas.

Sin embargo, en toda esta tormenta de cosas malas, sufrimientos y penas, siempre sentí la compañía de alguien que nunca me dejaba por un solo instante, al contrario, luego de sentirme mal y enojarme a veces, miraba al cielo mientras viajaba en la moto y me recordaba de las palabras de Jesús: “primero buscad el reino de Dios… y todas las demás cosas vendrán por añadidura” y me reprendía a mi mismo diciéndome “¿Dios acaso no he sido bueno? Pues bien, me di cuenta que no se trata de Dios, se trataba de mi forma de ver la vida, ahí me pude dar cuenta que el comer, dormir, vestirse, respirar, hablar, tener salud, son todas cosas de mi cuerpo. Son necesidades de este vehículo que poseemos en esta vida y pues que aunque no lo queramos aceptar va a morir un día. Así que me pregunto qué sentido tiene el estarse preocupando incluso de la muerte, si todo es inevitable.

El darme cuenta de que yo no soy este cuerpo ni esta mente, ni mi trabajo o mi estudio, me ayudó a dejar de aferrarme a todas estas cosas. Ahora pienso que si he de aguantar hambre, Dios está ahí aguantando conmigo, si me enfermo, Dios está ahí enfermándose conmigo, porque Dios está en nuestro interior y no afuera, así que para qué preocuparse por lo que los demás piensen de mis decisiones, o preocuparme por lo que voy a comer, lo que voy a vestir, nada de eso importa, y se lo digo a usted madre, no importa nada de lo que usted haya hecho o esté haciendo, a Dios solamente le importa que usted crea en Él, que usted tenga la seguridad de que está ahí con usted y por lo tanto, solo por eso ya es una creación perfecta de su mano. No digo que hay que dejar de vivir, sino que si estamos en esta vida, estamos para complicárnosla hasta el tope, para arriesgarnos por lo más grande y nunca caer en las garras del conformismo, porque hay un acompañante poderoso que está con nosotros siempre y que no importa lo que pueda pasar hoy, porque ahí estará siempre si nosotros nos permitimos perdonarnos a nosotros mismos de nuestras faltas y olvidarlas para ser felices con lo que hoy tenemos y la certeza de que Dios está con nosotros y no en el cielo como muchos creen Jesús dijo: “El reino de los cielos está dentro del hombre”, y si Dios está en el cielo, significa que Dios vive dentro de nosotros, así que para qué sufrir??.

Ya me puse filosófico jajaja, ahora hablando desde mi yo como su hijo, solamente le quiero decir que la aprecio muchísimo, no porque alguna vez me haya ayudado, o por el mero hecho de que sea mi madre, la aprecio por la persona que es, con sus dudas, con sus temores y sus berrinches, la quiero simplemente porque decido quererla y no necesito explicaciones para eso, así que nunca lo olvide.

Espero que de ahora en adelante, su vida sea de lo más feliz, porque sabe, incluso en mi padre veo a una persona confundida que sufre por no saber entenderse a si mismo y le aseguro que en cuanto pueda lo voy a ayudar porque más que ver a un ser maligno, veo a una persona desequilibrada que en realidad nunca pudo madurar y que repite lo mismo que le enseñaron a ser desde pequeño, quizás sea porque ya tengo la profesión de psicólogo impresa en mis venas o porque Dios me ha dado la facultad de conocer a la gente por su interior no lo sé, pero estoy seguro que si Dios me ha dado algún talento de este tipo, lo menos que quiere es que lo utilice.

La quiero un montóooooonnnnnn y le deseo lo mejor de todo!!! Tanto a usted como a Nico, realmente les deseo las mejores cosas y todas la bendiciones que Dios pueda darme a mi, las comparta también con ustedes y les dé muchísimas más!!!! A Dios dele las gracias por todo lo bueno y lo malo que le pase, Él sabrá como recompensarla.

Sinceramente,
Su loco hijo….

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