jueves, 25 de febrero de 2010

Reflexiones Ateístas

Me siento asqueado de mi propia existencia, sentado al umbral de un cuarto oscuro y desordenado, atormentado por el sueño y el conformismo quienes me agobian al ver que mi patética existencia se limita a no hacer nada, un domingo por la tarde. Abrumado por la escasez de dinero y aburrido por el transcurso tan lento de mis metas, es cierto, las estoy llevando a cabo, pero la larga espera y paciencia empiezan a tener en mí un efecto negativo, producto de la poca exigencia a la que estoy sometido, a la falta de gloria en aquello que la gente normal llama vida. Veo pasar los días y veo acercarse a mi aquellos sueños que deseo, veo como todo a mi alrededor se transforma para dejarme la tan anhelada paz que hace tantos años quise tener, y una estela de depresión y repudio a la humanidad brotan como pestes interminables en la larga escalera del tiempo, la espera y la falta de acción.

Siento que con el pasar de los días este odio hacia todo y todos ha ido creciendo de forma interminable, escucho la última canción romántica para recordarle a mi corazón que en un lugar de este planeta se encuentra mi último amor, quien me desprecia por otro, siento que ya no me interesan las mujeres, hombres, niños y ancianos de este mundo, ni sus deidades y sus miedos, solo me importa mi propia gloria, y mi poder tan dormido, solo me interesa manipular a aquellos que quiero, y sobrepasar mis propios límites por sobre los humanos de costumbre.

Siento que debo vengarme de la religión, siento que debo vengarme de dios por poner en mi corazón tanta soledad, que poco a poco le fue endureciendo y oscurizando, y con mis lecturas satánicas y psicológicas, entiendo cada vez más la miserable existencia del ser humano, sus miserables miedos, sus trastornadas tradiciones y sus estúpidos sentimientos. Entiendo el cómo solamente son animales que nacen para aparearse, crecen para reproducirse y mueren para ser olvidados, el dinero es el único sentido útil de su existencia que como un asno persiguiendo una zanahoria, son guiados hacia su propia destrucción durante toda su vida, por aquellos que manejan el poder, y sutilmente les dicen por donde ir, qué caminos tomar, cómo deben ser, vestir, actuar, etc. Siento lástima por esa absurda decadencia de conocimiento, esa ignorancia inmunda que corrompe la sociedad en la que vivo, el aire que respiro, la comida que ingiero, el agua que bebo, como una enfermedad infecciosa entre los millones de heridos de un campo de batalla liderados por generales que nunca conoceremos y manejados por titiriteros sabios y al mismo tiempo poderosos, de los cuales solamente nos atrevemos a teorizar como conspiración. Pero siento más pena, por mi propia vida, mi propia existencia que empieza a parecer tener un sistema vial determinado por mi oscura añoranza de poder y posición más que de dinero, por mi odio alimentado a los fuegos de la soledad provocada por mi asquerosa personalidad buena y productiva, rechazada por los monos sociales los cuales solamente se encuentran seducidos por mi lado oscuro y manipulador, mi lado negro, el cual no me gusta mostrar porque quiero hacer apego aún al respeto por la humanidad, pero me doy cuenta que esta humanidad no quiere respeto, quiere caos, quiere sexo y pasión en vez de amor y comprensión, quiere ira y venganza en vez de paz y alegría, esta sociedad que tanto empiezo a odiar, por amar lo odioso, esta sociedad sucia, contaminada con la mentira que agobia sus penosos días en este planeta, y me pregunto si soy solamente un loco más que cree tener la razón, me pregunto si el dios que todos dicen es amor, me creó con el fin de pensar como pienso, para despertar a algunos de estos zombies sociales que solamente viven para satisfacer su deseo a costillas de todos, y hacerlos ver, en el ámbito de su repugnante vida, que es mejor que mueran justo en ese momento, a menos que se levanten en armas, y luchen por una sociedad más limpia, libre de odio y traición, libre del tóxico conformismo y mediocridad, libre de todo aquello que no te rete a ser mejor, libre de la tv que solamente es un obstáculo para la inteligencia, libre de la radio y el periódico que solamente sirve para quejarnos más de nuestras desgracias, libres de una economía soberbia resguardada a las puertas de aquellos llamados líderes, que solo chupan la sangre del pueblo como vampiros aferrados a su presa, hasta que la dejan seca, sin vida, solamente con sus células en putrefacción, esperando ser devoradas por la próxima catástrofe, e intentando luchar por salir de aquello a lo que llaman alma, luchando por su propia consciencia, luchando contra su propia mente contra ángeles y demonios, dioses y diablos, que los han dirigido y aterrorizado toda su vida, hasta que mueren y se dan cuenta que la muerte es solamente el inicio de algo, que por más que tratemos de explicarnos, nunca podremos saber, a menor que muramos y talvez, ese dios judeocristiano lleno de venganza en contra de aquellos que blasfemamos su nombre, nos destruya como un trueno de justicia frente a sus creyentes y ángeles seguidores, y nos envíe a un castigo eterno con su Némesis y al mismo tiempo la razón de su existencia humana, el demonio, quien nos seduce a sus siniestras fauces con cada nuevo invento, con cada nueva investigación y con cada nueva era, asegurándose que el amor y la paz, sean erradicados de nuestros corazones, la humildad que tanto admiro, poco a poco se va esfumando de la faz de la tierra como arenas sopladas al viento, esparcidas en un amplio mar lleno monstruos y sangre, lleno de estrés y necesidades, lleno de vicios y de maldades. Veo como los padres cada vez odian más a sus hijos, veo en sus ojos vacíos el rencor que sienten hacia ellos por venir y cambiar el rumbo de sus vidas, talvez quisieron ser famosos, talvez quisieron tener mucho dinero y trabajar duro, pero sus hijos obstruyeron su crecimiento y los volvieron mansos, enjaularon a la bestia que todos tenemos dentro, la domesticaron y la alimentaron con comida que les hace perder cada día un gramo de fuerza y coraje, un gramo de pasión y compromiso, veo estos padres como cazadores que una vez fueron cazados, para beneficio de otros, no veo amor en nadie, solamente veo tristeza y vacío, desesperación porque el día final llegue para que en ese momento, en ese instante en el que su alma empieza a desprenderse de su cuerpo, puedan apreciar el significado de la vida, puedan darse cuenta de todo el tiempo que perdieron mientras existieron, y las grandes cosas que pudieron haber sido capaces de realizar, pero que se rindieron ante los obstáculos más mínimos, y ahora, es el momento de morir y nada pueden hacer para volver a aquellos días en que la vida florecía a su alrededor, ahora solo hay destrucción y oscuridad, y la incertidumbre de si su alma irá a aquel lugar de victoria ofrecido por dios, o a aquel lugar de sufrimiento y crujir de dientes destinado para los transgresores, sea como sea, es demasiado tarde, el momento de morir ha llegado y no hay nada que hacer, salvo cerrar los ojos, y desear que tan solo sea una pesadilla, sea un mal sueño del cual puedan despertarse y ver el amanecer una vez más y esta vez, aprovechar su existencia hasta el final.

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