Excesos....

En la vida tenemos prácticamente de todo. Tenemos personas que coléricas, temperamentales, personas con problemas de personalidad, personas sumisas, personas tímidad e introvertidas, personas extrovertidas y un gran etc.

Reflexiono sobre una conducta muy estúpida que acabo de tener apenas ayer. Y es que hablaba con una persona muy importante en mi vida, alguien con quien tuve problemas hace no mucho tiempo, y pues no pude contenerme, exploté tontamente en lo que queda de mi destrozada dignidad y me dí cuenta epifánicamente en lo que me he convertido en este poco tiempo.

Es increíble pero muy cierto, la gente puede cambiar en un instante, un pequeño chispaso puede activar una conducta completamente opuesta en su interior, una conducta dormida que puede hacerse dueña permanente de esta persona.

En mi caso, pasé de ser una persona noble, gentil, amorosa, a ser brusco, exigente, frío y poco empático (si no es que nada). Los que me conocen dirán que es imposible que de un día para otro haya cambiado tanto, pero créame es posible.

Mi reflexión hoy es, que no hace falta mucho para ver que una persona cambie radicalmente su carácter y deje boquiabiertos a todos aquellos seres con quienes comparte; es cuestión de excesos el verse envuelto en una ira reprimida dentro de estallar bruscamente con una chispa mínima. Luego puede que sintamos hasta culpa por nuestra forma de reaccionar, pero inconscientemente nos damos cuenta que de nada sirve tener culpa puesto que el daño ya está hecho y que esa parte oscura es una parte elemental en nosotros.

Quiero añadir que todos poseemos dos lados de una balanza emocional; por un lado tenemos los sentimientos puros, el lado positivo llamémosle, aquel lugar donde se encuentra todo el amor, el cariño, la amistad, el perdón, la alegría, el positivismo, y por otro, aquel lugar sombrío donde está el resentimiento, el odio, la intolerancia, la amargura, la codicia y todos aquellos sentimientos mezquinos en el ser humano. La misión de la personalidad y la psicología interna es establecer un equilibrio sano entre ellos, porque está claro que no puede existir amor sin un poco de odio y mucho menos alegría sin amargura o tristeza. Es lo fascinante de los sentimientos pues si no, seríamos seres neutros que no poseen ningún sentimiento.

Y mami, si lees esto, eres el ser más hermoso que ha existido, tienes el corazón más puro y sincero que pueda existir disfrazado talvez en uno de los muchos disfraces que tengamos las personas, pero que viendo en tu interior, es un corazón precioso que pocos merecen y dichosos los que le tienen.